La revista Times nos ganó de mano con la elección del Papa Francisco, como el Personaje del año. Para nosotros es la mejor marca de 2013. Nuestra decisión estaba entre dos gigantes, MANDELA y el PAPA FRANCISCO.
«MADIBA» como le decían en su país, pasó la mitad de su vida en la cárcel. Al salir trabajó por la reconciliación nacional hasta la erradicación del apartheid que dividía los hombres blancos de los negros en Sudáfrica. Ganó el Nobel de la Paz y se convirtió en una leyenda. Lideró uno de los gobiernos más liberales del mundo, permitiendo que las mujeres de cualquier edad, por su voluntad, pudieran acceder al aborto.
El PAPA FRANCISCO en sólo nueve meses le devolvió a los Católicos el discurso del amor. En cada intervención, con cada palabra y con cada gesto, ha puesto la pobreza en la mesa de los gobiernos, las empresas y las instituciones.
Bueno, si no fuera el personaje sencillo y carismático que es, nos atreveríamos a asegurar que es un gran estratega y que deliberadamente ha dado todos los pasos necesarios para robarse la imaginación de sus fieles.
Su nombre: una broma de su vecino de cónclave que le dijo «acuérdese de los pobres» jugando al doble sentido, lo llevó directo a su primer gran decisión, llamarse FRANCISCO, como el hombre de los pobres, San Francisco de Asís. No quiso llamarse Adriano, como el reformador, aunque todos esperaban un Papa reformador; ni se llamó Gregorio, como algunos de los intelectuales más importantes de la iglesia, aunque tiene el pedigree académico que distingue a los Jesuitas.
Sus símbolos: sus viejos zapatos de suave cuero argentino, viejos, muy viejos, remontados varias veces por su vecino zapatero en Buenos Aires, se asoman debajo de su impecable hábito blanco. Sumamos su cruz de plata que no ha querido reemplazar por la nueva en oro. Y el hecho de que no se haya trasladado a los lujosos aposentos del Papa y prefiera dormir en medio de la gente «para sentirse acompañado». Humildad, pobreza, austeridad. Ningún otro símbolo distrae este mensaje.
Su discurso: su mensaje parece una cátedra de posicionamiento. Repite una y otra vez, de forma clara y sencilla las mismas ideas sobre el amor a los hombres, el perdón, la humildad, la iglesia de los pobres, la iglesia que sale a la calle a llevar el mensaje de Cristo, sin temor a parecer «un Papa pobre en sus ideales»; y sin miedo a perder su estatura y su dignidad. No duda en atacar la opulencia en el Vaticano; es contundente en rechazar el derroche, el arribismo y en criticar abiertamente los modelos económicos no incluyentes.
Y a pesar de sus 76 años, es un Papa tan cercano, que en un hecho histórico, abrió el Vaticano a las redes sociales y empezó a twittear con frecuencia, logrando una sorprendente cantidad de seguidores @Pontifex_es
“Procuren siempre estar comprometidos al servicio del hombre, sobre todo de los más marginados”.
“No hay profesión o condición social, no hay pecado o crimen de ningún tipo que puede borrar de la memoria y del corazón de Dios a uno solo de sus hijos”.
«En lugar de ser sólo una Iglesia que acoge y que recibe, seremos una Iglesia que va hacia los hombres y las mujeres que no la frecuentan, que no la conocen, que se han ido, indiferentes».
«La vanidad, el alardeo, es una actitud de espiritualidad mundana, que es el peor pecado de la Iglesia. (…) El arribismo, la búsqueda del éxito, pertenecen plenamente a esta espiritualidad mundana”
No sólo es el líder de una iglesia de 1,200 millones de fieles. Es el personaje del año según la revista Time. Fue el tema del que más se habló en Facebook durante el 2013. El Instituto Europeo Tercer Milenio lo reconoció como «comunicador del año», por la forma clara y simple de entregar su mensaje.
Creemos que es auténtico y que tiene su corazón conectado con los problemas de la desigualdad y la pobreza que marcan nuestro fracaso como sociedad. Creemos que es muy argentino, y como todos los argentinos, desde el más humilde hasta el más «cajetilla» tiene una mirada crítica sobre el poder, la riqueza, la estructura social. Pero sobre todo sentimos que es un gran Jesuita, inteligente, preparado, claro, gran comunicador, coherente. Creemos que en su momento será contundente.
Por ahora, es un hecho que se está robando los corazones de fanáticos y renegados, y se conecta muy fácil con los jóvenes. Es un líder carismático que traerá muchos fieles al catolicismo. Y, como caso de estrategia, es un éxito arrollador que nos está dando cátedra de marca!