Se analizó, analiza y analizará medularmente la dinámica de la identidad visual y las marcas. Pero en lo referente a la identidad verbal, el río poco suena.
Curiosamente. Ya que la identidad visual y la verbal deben amalgamarse y complementarse sincronizadamente hasta formar una sola unidad emblemática.
Los contenidos del continente visual y los contenidos del continente verbal deben ser coherentes entre ambos y potenciarse simultáneamente.
La herramienta verbal más visible, para no entrar en lo que es namings, claims, arquitectura verbal y otras especialidades, es el famoso y popular slogan. O eslogan. O lema. Activo vital, que es una necesidad estratégica y conforma uno de los elementos más poderosos de la comunicación ya que fija el nicho o terreno diferencial en donde la marca busca posicionarse.
En nuestra vida diaria, se escuchan y leen todo tipo de slogans: los funcionales, los aspiracionales, los ideológicos y también los malos.
Pero, por defecto profesional, preferimos hablar de los buenos. De los memorables. De los que pregnaron.
Y nada mejor para ello, que hacerlo a través de un juego.
Repasemos grandes slogans, escondidos en un pequeño cuento. Son once, los que participan. Y uno, el que gana: tú!
Descúbrelos y recuerda a qué marca pertenecen!
Para no ser incoherentes y dejarlos sólos, al terminar el cuento encontrarás los isologos de cada uno de ellos!
Las cosas como son, le advirtió.
Si no recuerdas tu nombre, ni quién eres, debes buscarlo muy adentro tuyo, para saber hacia dónde vas.
Vamos, nada es imposible! Busca tu esencia!
Joaquín miró a su gran maestro con una mezcla de ilusión e incredulidad.
Recordó el día que lo conoció. Llovía torrencialmente. Afuera y adentro. Repentinamente, una mano se afirmó en su hombro. Antes de cerrar su boca por la sorpresa, el anciano lo miró profundamente a los ojos, diciéndole con tibia firmeza: la vida es buena!
Desde ese día, el placer de conducir su vida, cambió para siempre.
Sigue, sigue, sigue, repetía el maestro con insistencia.
Devora lo bello del mundo. Está hecho para ti. Mira las alas de las nubes, nadie puede comer sólo una. Aspira el aire de las montañas, hay para todos. Saborea la dulce agua de los ríos. Y si lo dulce no quita la sed, sigue recorriendo y probando cada bocanada de vida.
Respira profundo, piérdete con confianza y vuélvete a encontrar que tu esencia no te abandona.
Eso si, nunca dejes de encontrarte, porque el riesgo es que te quieras quedar.
Sólo hazlo y nunca dejes de brillar!
Ya anciano, Joaquín, mirando por una infinita ventana recordaba estas palabras que la memoria había recogido del viento, entre las risas y caricias de la gran familia que lo veneraba y amaba.
El maestro había dejado su marca.
Aquí va la ayuda para descubrir los slogans!