Como en toda cultura endogámica, hay organizaciones que simplemente entran en la rutina de comunicarse con las mismas personas y en los mismos medios. Y fatalmente comunican ancestralmente lo mismo, porque siempre les resultó un mecanismo exitoso. Por lo tanto, terminan comparándose a sí mismas.
Tratando de desmenuzar esta madeja actitudinal, vemos que en biología, por ejemplo, la endogamia se refiere al cruce entre individuos de una misma raza dentro de una población aislada, tanto geográfica, como genéticamente.
El resultado de este comportamiento puede incrementar las posibilidades de que la descendencia sea afectada por rasgos recesivos o deterioros genéticos.
Así mismo, las Endomarcas caen en un paulatino debilitamiento de su relevancia hasta presentar una anemia comunicacional, que pone en riesgo, desde su competitividad, hasta la vida misma de la organización.
La cultura endogámica de una marca, ordena mantener lo obtenido o no actualizar, por ejemplo, su otrora exitosa identidad visual por riesgo a lo desconocido y asi subsistir, ingenuamente, en un entorno que ahora es cambiante y complejo.
Resulta que aquel viejo dogma de que hay un emisor y receptor quedó archivado en un antiguo cofre de la historia.
Ahora, en el proceso de recepción de los mensajes, el contactado puede recibir esa comunicación, decodificarla y volverla a escribir acorde a su visión, valores e iniciativa.
Quieran o no, aquellas Endomarcas deberán si o si reconvertirse o despedirse con nostalgia.
En términos sencillos, los Prosumidores son consumidores que a la vez producen contenidos.
Inteligentes, críticos, nutritivos, son, sobretodo, participativos con las marcas con las que tienen empatía.
Hoy la comunicación se convirtió en una verdadera y tangible interacción donde la innovación, el pensamiento externo, el cambio constante son las claves del desarrollo de una marca.
El mercado tradicional de las Endomarcas cambió hacia un mercado conversacional y guste o no, esta tendencia emergente llegó para quedarse. Como llegaron para quedarse las Exomarcas.
Estas miran en 360 grados y reconocen que ahora el prosumidor tiene el poder y el liderazgo de opinión.
Exagero? Con sólo entrar a las redes sociales podemos comprobar que hoy una sola persona puede tener más credibilidad en su opinión que toda una organización.
¿Cómo saber si una marca es una Exomarca?
Principalmente debemos evaluar el grado de oxigenación de su comunicación analizando el grado de feed back que tiene con sus consumidores. Se deberá analizar si se está incentivando una mayor honestidad comunicacional, fortaleciendo los aciertos y reconociendo los errores visibilizados por los prosumidores.
Y finalmente se necesita observar si se está profundizando y vertebrando consistentemente el desarrollo de una marca activa, dinámica y permeable a las tendencias.
Tamaño desafío para las Exomarcas.
Tamaño descuido de las Endomarcas.
A las últimas, un nostálgico homenaje y un agradecimiento, por los servicios prestados.